La Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), tras analizar el informe detallado con los fundamentos científicos en los que se basó la actuación de las autoridades veterinarias regionales españolas, en respuesta al primer caso clínico autóctono del virus Ébola en España, ha enviado un comunicado al COVM en el que muestra su apoyo a dicha actuación.
En el documento, su Director, el Dr. Bernard Vallat, pone de manifiesto que, considerando el impacto que podría suponer una transmisión vírica desde la fuente animal y ante la ausencia de instalaciones de cuarentena con un nivel de bioseguridad adecuado, el principio de precaución justifica las actuaciones llevadas a cabo en materia de gestión del riesgo.
Por otro lado, agradece al Presidente del COVM, Felipe Vilas, el que haya sugerido a la OIE que elabore protocolos armonizados y consensuados a nivel internacional para conseguir una respuesta sanitaria eficaz y socialmente aceptada ante este tipo de crisis.
En esta misma línea, la Federación Veterinaria Europea (FVE), que aglutina a todos los veterinarios ejercientes en Europa en el ámbito clínico en todas las especies animales, ha emitido un comunicado en el que se hace eco del informe técnico del caso español y destaca también la necesidad de establecer inmediatamente planes de contingencia que son el mejor medio de controlar una posible emergencia relacionada con este virus.
Todas las autoridades sanitarias y expertos consultados por el Colegio de Veterinarios de Madrid, así como la OIE y la FVE, coinciden en el hecho de que es necesario contar con instalaciones para el mantenimiento en condiciones de bioseguridad adecuadas de animales que puedan suponer un riesgo de infección del virus ébola y, por ello, la Junta de Gobierno del COVM ha acordado enviar cartas a las autoridades sanitarias regionales y estatales competentes en sanidad animal, solicitando que habiliten lo más rápidamente posible, centros de cuarentena con nivel de máxima bioseguridad (P4), tal y como establece el Centro de Control de Enfermedades (CDC) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), donde se pueda llevar a cabo el seguimiento y la monitorización de animales que puedan suponer un riesgo de infección de patógenos no controlados como el ébola u otros que puedan surgir en un futuro.
